En el otro, las situaciones menos duras, tales como un horno de gas natural, ladrillos más porosos son una mejor opción. Son más débiles, pero son mucho más ligeras, más fáciles de formar, y aíslan los ladrillos refractarios lejos mejor que densos. En todo caso, los ladrillos refractarios no deben romper con almádena bajo cambio de temperatura rápido, y su fuerza debe soportar bien durante cambios de temperatura rápidos.
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